sábado, 11 de julio de 2009

19) Améscoa. Baquedano. Arte religioso.


Baquedano. Iglesia parroquial de San Juan Bautista.
Vista general desde el sur.

(Foto de Jesús Díaz).
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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Vista parcial de la fachada sur.
(Foto de Jesús Díaz).


Baquedano. Cementerio.

Vista de la fachada principal.
(Foto de Jesús Díaz).

BAQUEDANO. ARTE RELIGIOSO

1) IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN BAUTISTA.
a) Resumen general histórico-artístico.

b) Imágenes exteriores del templo.
c) Imágenes interiores del templo.
2) ERMITA DE LA SANTA CRUZ.
3) CEMENTERIO.


1 ) IGLESIA PARROQUIAL DE SAN JUAN BAUTISTA.

a) Resumen general histórico-artístico.


Procederemos en este apartado a dar unas pinceladas mínimas sobre la evolución histórico artística de la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Baquedano, cronología, estilos artísticos, arquitectura, escultura, obras decorativas y otros.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista desde el este.
(Foto de Jesús Díaz).


Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista general de la fachada sur.
(Foto de Jesús Díaz).


Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Planta del Catálogo Monumental de Navarra.

La iglesia parroquial de Baquedano tiene la advocación de San Juan Bautista. Como se indica en el Catálogo Monumental de Navarra II*. Merindad de Estella, Gobierno de Navarra, 1982, pp. 128-130, láminas nrs. 129 a 131, obra de la que tomamos la esencia de esta entrada del blog, este edificio religioso gótico-renacentista se levantó entre 1585 y 1605 por el maestro cantero Antón de Echarri con algunos aprovechamientos de la obra medieval previamente existente como la portada protogótica fechada hacia 1200 que muestra influencia cisterciense y se abre en el muro sur. La torre-campanario, de fuerte impronta herreriana y escurialense, se realizó posteriormente en el siglo XVII.
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Como apreciamos en la planta, cuya imagen vemos arriba, se trata de una iglesia de una sola nave rectangular sin nave transepto, con cabecera plana, cuatro tramos separados por arcos fajones y cubiertos por bóvedas de crucería estrellada de complejo trazado, sacristía rectangular adosada al presbiterio por el lado sur y construida en la misma época que la nave, torre-campanario adosada al tramo de los pies por el lado del evangelio, y coro alto moderno situado a los pies sobre un arco rebajado. Las bóvedas envían sus empujes, a través de los arcos fajones, a contrafuertes exteriores, vemos tres de ellos en el muro norte. La casa parroquial, hoy alquilada para vivienda, que presenta planta cuadrangular, se adosa a la cabecera de la iglesia y a la sacristía por el este.
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La iluminación natural del templo se realiza principalmente mediante tres vanos apuntados que se abren en el muro sur, uno por cada tramo comenzando por la cabecera y otro vano apuntado, similar a los anteriores, que se abre en el muro oeste y que ilumina directamente el coro de la iglesia.
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Las bóvedas de crucería de la nave son estrelladas y de nervios moldurados y se componen de diagonales, terceletes, ligaduras, nervios convados, y apean, al igual que los arcos fajones, sobre una moldura lisa de imposta que recorre perimetralmente los muros de la iglesia. Las numerosas claves de bóveda se ornamentan con medallones decorados con guerreros y profetas, identificándose por ejemplo al rey David con el arpa; otros medallones presentan figuras cefalóforas, portando espada y la cabeza cortada en las manos.
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El retablo mayor de la iglesia es neogótico exhibiendo una talla del titular, San Juan Bautista, en el centro del mismo, flanqueado por las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y de la Inmaculada, las tres modernas. Se conserva una talla primitiva de San Juan Bautista esculpida a principios del siglo XVI en estilo gótico tardío y con cierta influencia flamenca visible en diferentes aspectos, en el detallismo del pelo abundante y de la piel de camello que viste, en los rasgos fisonómicos angulosos, en su aspecto demacrado y naturalista, en los pliegues de su indumentaria, entre otros. Según el Catálogo Monumental recuerda esta escultura a la talla contemporánea, forrada en plata, del convento de las Clarisas de Tudela.
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Exteriormente el templo muestra una construcción robusta de buenos sillares tanto en los muros como en los contrafuertes. Las ventanas que horadan el muro sur muestran dinteles y jambas monolíticas.
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La portada protogótica de hacia 1200, similar en concepción a otras vistas en las iglesias parroquiales de Améscoa ( Zudaire, Baríndano, Gollano, por ejemplo) se abre en el muro sur, a la altura del tercer tramo comenzando por la cabecera y muestra el arco de entrada y dos arquivoltas sencillas, la exterior decorada con un arco exterior de puntas de diamante. Esta portada está protegida por un pórtico abierto adintelado y cubierto con tejado que apea sobre dos columnas circulares con basas y zapatas de piedra.
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La torre-campanario se compone de tres cuerpos recios de piedra separados por cornisas y abiertos los inferiores mediante vanos adintelados y el superior mediante vanos de medio punto; el cuerpo de campanas se ornamenta además con elelegantes pilastras y culmina, sobre el tejado, con pirámides y bolas de fuerte sabor herreriano.
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Según el Catálogo Monumental son patrimonio de esta iglesia, en cuanto a orfebrería nos referimos, un caliz de plata de principios del siglo XVII que muestra el punzón de D.ORTEGA, la ciudad de Toledo y la burilada, unas crismeras de plata rococós de la segunda mitad del siglo XVIII, y una píxide gótica de talleres estelleses de hacia 1500, que al parecer se guarda en el Museo Diocesano de Pamplona.
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También se conservaban en la casa parroquial, según el Catálogo Monumental, diferentes esculturas, la talla de la Virgen del Higo, protogótica del siglo XIII, una Inmaculada barroca del siglo XVII, un crucifijo de marfil filipino del siglo XVIII, y dos tallas de San José y de San Francisco Javier del siglo XIX.

b) Imágenes exteriores.

A continuación incluimos algunas fotografías exteriores tomadas desde diferentes puntos de vista y procederemos, en cada una de ellas, a un breve comentario.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Fachada sur.
(Foto de Jesús Díaz).

Vemos en esta fotografía la imagen más señorial y atractiva de la iglesia. Una pequeña escalinata pétrea permite el acceso desde la calle a la zona ajardinada que precede a la iglesia. Apreciamos la robusta y a la vez esbelta torre campanario que se alza adosada al tramo de los pies de la nave, apreciamos la nave de la iglesia con sus tres ventanas góticas apuntadas que la iluminan y en la parte baja observamos el pórtico sur que protege la portada protogótica. Al fondo vemos el intenso verdor de la aldaya que asciende hasta la sierra de Limitaciones y Urbasa.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista frontal de la fachada sur.
(Foto de Jesús Díaz).


Vemos en esta imagen cómo el pórtico sur se cubre con tejado a una vertiente que descansa sobre dos estilizadas columnas compuestas por fuste cilíndrico, zapatas superiores de soporte y basas troncopiramidales. El techo adintelado del pórtico apea, también, sobre un pilar interior, con base de piedra, adosado al muro sur de la nave. Un banco perimetral de piedra recorre el pórtico. Observamos igualmente el cuerpo de la sacristía adosado a la nave en su primer tramo, el tramo de la cabecera y del presbiterio; es de menor altura que la nave y está cubierto con teja a una sola vertiente. Muestra dos ventanas adinteladas en el muro sur, la superior de mayor tamaño, y ambas con buenos enmarques de sillería. La pared meridional de la sacristía ha sido revocada y pintada de blanco, al igual que la casa parroquial adosada a la iglesia por el este.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista de la torre. Caras sur y este.
(Foto de Jesús Díaz).


Observamos en esta foto la torre de la iglesia. Vemos sus tres cuerpos cúbicos, el inferior, a modo de zócalo, se separa del intermedio mediante una faja pétrea en resalte y éste se une al cuerpo superior de campanas mediante una cornisa moldurada y un bocel inferior. El cuerpo bajo muestra una ventana adintelada en el muro sur y en el muro este se abre una puerta , también adintelada, que permite el acceso a la torre. El cuerpo intermedio se abre en su parte sur mediante dos ventanas adinteladas, la superior de menor tamaño. El cuerpo de campanas se horada mediante cuatro vanos de medio punto para bandeo de las campanas de bronce (el vano norte está tapiado) , muestra elegantes cornisas molduradas, bellas pilastras angulares, tejado a cuatro vertientes y cuatro pirámides con bolas herrerianas en los cuatro ángulos superiores. Una veleta metálica se exhibe enhiesta en el vértice del tejado de la torre. Un reloj circular de fondo blanco luce bajo el vano de campanas del muro sur.

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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Torre. Caras sur y este.
(Foto de Jesús Díaz).

Los volúmenes rotundos de la torre y de la nave recortándose a cuchillo en el cielo azul, el juego de claroscuros de muros y vanos, el juego de formas diversas, la naturaleza circundante de verde saturado, confieren a estas imágenes una belleza sorprendente y de seducción evidente.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Torre. Detalle del cuerpo de campanas.
(Foto de Jesús Díaz).

Deleitémonos con la belleza sencilla pero efectiva del cuerpo de campanas de la torre; obsérvese la verticalidad de los perfiles angulares del cuerpo cúbico atemperada levemente mediante la horizontalidad de las cornisas molduradas; admírese la perfección de la factura de los sillares bien cortados escuadrados y encajados, el primor de ejecución de las pilastras angulares y de las cornisas molduradas en diálogo exquisito y refinado, los arcos y jambas de los vanos de campanas de arquitectura maravillosa, el bello alero de la nave ornamentado con dos niveles de bovedillas alineadas .
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Torre. Detalle de la parte baja de la torre.
(Foto de Jesús Díaz).


Vemos en esta imagen, parcialmente, los cuerpos bajo e intermedio de la torre-campanario, que muestran dos ventanas en penumbra, de dinteles, jambas y repisas monolíticos, en simbiosis perfecta con el paisaje de fondo, el arco pétreo y de naturaleza pródiga que alberga el Nacedero del río Urederra. Todo ello aderezado y en comunión perfecta con el generoso cielo azul cual bóveda celeste.

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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista. Vista desde el Sureste. (Foto de Jesús Díaz).

No solo la copiosa naturaleza del entorno se funde con la arquitectura de la iglesia y del pueblo en general sino la naturaleza artificial generada por la intervención del hombre, árboles plataneros, cesped, flores, pinos enanos y otras plantas adornan el espacio previo al pórtico sur del templo intensificando su belleza.


Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Vista desde el sureste.
(Foto de Jesús Díaz).


La fronda vegetal florida que crece generosa en los aledaños del templo desea acariciar la torre que se eleva altiva y arrogante en esta imagen tomada "di sotto in su" desde la calle de acceso a la iglesia




Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Vista de la cara este de la torre.
(Foto de Jesús Díaz).

Como vemos en esta imagen el cuerpo superior de la torre muestra buena sillería a diferencia de la parte inferior donde, salvando los esquinales, la piedra es de peor hechura. Las cornisas envuelven y abrazan de forma continua la torre por sus lados visibles a excepción de la cornisa que discurre a la altura de la repisa de los vanos de campanas que se rompe precisamente al llegar a ellos.


Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Vista desde el este.
(Foto de Jesús Díaz).

La casa parroquial es un enorme caserón cubierto con teja, distribuido en dos plantas y ático y adosado a la iglesia por el este. Muestra buena sillería en los esquinales y en los enmarques de los vanos y el resto de la superficie mural se muestra revocado y pintado de blanco. La portada, situada en el muro sur, exhibe un arco adintelado con dovelas de piedra bien encajadas.



Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista desde el suroeste.
(Foto de Jesús Díaz).

Vemos en esta imagen la fachada oeste de la iglesia, de piedra maciza, y apreciamos cómo la torre se adosa al tramo de los pies de la nave por el sur. Observamos la ventana apuntada que se abre a la altura del coro alto y el toque estético que proporcionan las diferentes cornisas, vanos, etc.


Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Detalle de la torre vista desde el suroeste.
(Foto de Jesús Díaz).

Vemos en esta imagen cómo el vano de las campanas del lado oeste ha sido parcialmente tapiado. Se aprecia también parcialmente la ornamentación del alero de la nave con líneas de bovedillas de medio punto repetidas en dos niveles diferentes.




Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Fachada oeste.
(Foto de Jesús Díaz).


Vemos de forma frontal el muro oeste de la iglesia. Observamos que la faja en resalte que abraza horizontalmente el cuerpo bajo de la torre no se prolonga por el muro de la nave. Recordamos que cronológicamente la torre (siglo XVII) es de construcción posterior a la nave (finales del siglo XVI o primeros años del XVII).
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Vista desde el noroeste.
(Foto de Jesús Díaz).

Vemos en esta fotografía el muro oeste de la iglesia y el norte en ligero escorzo. Por lógica constructiva, especialmente si hablamos de una zona de fríos inviernos como Améscoa, estos dos muros no son pródigos en vanos de iluminación. El muro oeste, como ya hemos comentado, presenta únicamente una ventana apuntada a la altura del coro, y el norte es totalmente macizo exhibiendo únicamente los tres contrafuertes que recogen los empujes de la bóveda.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Fachada norte.
(Foto de Jesús Díaz).

Observamos en esta imagen el muro norte de la nave de la iglesia, totalmente macizo, sin abertura alguna, mostrando tres contrafuertes que reciben las fuerzas de empuje de la bóveda de crucería interior concentradas en los arcos fajones o perpiaños que separan los diferentes tramos. Dichos contrafuertes son de sección rectangular y conforme ascendemos se retranquean ligeramente a mitad de altura y presentan coronamiento en rampa. A diferencia del resto de fachadas que muestran la piedra al desnudo, el muro norte y los contrafuertes a él adosados han sido revocados. Vemos nuevamente el tratamiento estético de los aleros adornados con motivos sinuosos repetitivos que rompen parcialmente la monotonía pétrea mural.



Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista del pórtico sur.(Foto de Jesús Díaz).

Vemos en esta imagen el bellísimo pórtico sur que precede y protege a la portada protogótica de acceso a la iglesia. Se cubre con tejado a una vertiente, es adintelado y apea en dos columnas centrales de piedra y un pilar de zócalo pétreo y fuste en retranqueo. El suelo es de piedra embebida en cemento.

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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista del pórtico sur.(Foto de Jesús Díaz).

Observamos nuevamente una imagen del pórtico sur de la iglesia. Las columnas se componen de fuste estilizado de sillares cilíndricos de piedra, zapatas pétreas que sostienen un gran madero longitudinal de soporte del tejado, y basas en forma de pirámide truncada, también de piedra. En cuanto a las zapatas en que culminan las columnas realmente son tambores cilíndricos de piedra en cuya parte superior sobresalen dos ménsulas de cuarto de cilindro opuestas y alineadas. El pórtico protege también la puerta adintelada que permite el acceso a la torre-campanario desde su cara este.

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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.
Vista del pórtico sur. (Foto de Jesús Díaz).

Como vemos en esta imagen la ventana apuntada correspondiente al tramo del presbiterio queda parcialmente oculta por el tejado de la sacristía. El tejado del pórtico, de menor altura que el de la sacristía, libera totalmente las otras dos ventanas apuntadas que muestran íntegramente su austera belleza.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Portada protogótica.
(Foto de Jesús Díaz).

Observamos en la foto superior la portada protogótica de hacia 1200 abierta en el muro sur de la nave, en el tercer tramo comenzando desde la cabecera. Se compone de un arco de entrada apuntado con dos arquivoltas, sin capiteles, con las aristas achaflanadas, que continúan de igual manera por las jambas. La arquivolta exterior se adorna en el arco apuntado con un ribete en resalte con puntas de diamante-rosetas de cuatro pétalos. La obra de la iglesia de finales del siglo XVI integró esta portada medieval en la obra gótico-renacentista. Posteriormente la torre-campanario que se construyó en el siglo XVII, adosada a la nave, ocultó parcialmente la zona izquierda de la última arquivolta y de su decoración. Dos escalones de escasa altura y con las esquinas molduradas preceden a la puerta de entrada a la iglesia. Una recia puerta de madera de dos hojas con bellos herrajes cierra el vano de la portada. A la izquierda de la imagen vemos otra portada con dintel y jambas de buena sillería, abierta en el muro este de la torre-campanario, que permite el acceso a la misma.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Portada protogótica. Detalle de arquivoltas.
(Foto de Jesús Díaz).

En la imagen superior apreciamos un detalle de las arquivoltas en la parte derecha de la portada, según observa el espectador. Vemos con más nitidez el achaflanado de las esquinas de las mismas. Las diferentes dovelas encajan a la perfección y en lugar de capiteles se han incrustado meros fragmentos pétreos, que tampoco sobresalen a modo de impostas. El ribete exterior de ornamentación que envuelve a la arquivolta exterior se compone de piezas piramidión con flores de cuatro pétalos que cubren las cuatro aristas de la pirámide.
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Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Portada protogótica. Detalle de la arquivolta decorada exterior.
(Foto de Jesús Díaz).

Los motivos vegetales que adornan la arquivolta exterior otorgan a la austera y sobria portada un toque estético de singular belleza.

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c) Imágenes interiores (pendiente).

2) ERMITA DE LA SANTA CRUZ.


La ermita originaria, primitiva, de la Santa Cruz se hallaba en un altozano en dirección a la sierra de Urbasa en el paraje denominado "Santacruzarra". La ermita actual es del siglo XVI con reformas importantes barrocas del siglo XVIII y se halla en las afueras de la población, rodeada de vegetación exuberante, en una colina en dirección a Gollano.


Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.
Vista general desde el sur.
(Foto de Jesús Díaz).


Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Planta tomada del Catálogo Monumental de Navarra.


Según el Catálogo Monumental, y según apreciamos en la planta que vemos arriba, la ermita es de una sola nave de planta rectangular, con cabecera recta, cuatro tramos separados por arcos fajones rebajados y cubiertos por bóveda de cañón también rebajada. Los arcos fajones apean en trozos de cornisa con tacos de los que penden placas dieciochescas. Aunque en la planta se reflejan seis contrafuertes, tres en el muro sur y tres en el norte coincidiendo con los arcos fajones interiores, sin embargo dichos contrafuertes no se aprecian en las imágenes que podemos ver a continuación. Al parecer la ermita disponía en su cabecera de un pequeño retablo rococó del siglo XVIII que albergaba, en la hornacina del cuerpo principal, una talla del Crucificado acompañada por otra de Santa Elena, madre del emperador Constantino y descubridora de las reliquias de la Santa Cruz, ambas tallas de estilo barroco, y en el ático lucía una talla de Santa Bárbara del siglo XVIII.

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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Vista exterior desde el este.
(Foto de Jesús Díaz).

En la imagen de arriba vemos la fachada este de la ermita en cuyo hastial se abre un vano de cbecera triangular. Apreciamos el cubrimiento mediante teja a dos vertientes. La opulenta vegetación del entorno casi oculta la ermita a pesar de estar situada en la cumbre de una colina.


Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.
Vista de la fachada este.
(Foto de Jesús Díaz).

Solamente cuando nos aproximamos a la ermita a través del sendero que se desvía de la carretera de hormigón que une Baquedano y Gollano vemos íntegramente la fachada este revocada y pintada de blanco salvo los esquinales que exhiben sus potentes y bien trabajados sillares de piedra. Es la fachada que corresponde a la cabecera plana de la ermita. Al fondo apreciamos la pequeña explanada que se extiende ante la fachada principal de la ermita, la fachada sur; dicha explanada queda delimitada por algunos bancos de piedra perimetrales y una gran cruz de madera que apenas vislumbramos en la imagen y que hace honor a la advocación de la ermita.


Baquedano. Iglesia de San Juan Bautista.

Fachada este. Detalle de ventana apuntada.
(Foto de Jesús Díaz).

En el hastial de la fachada este luce una ventanita con cabecera triangular. Es habitual en las construcciones cristianas la abertura de vanos en esta orientación que coincide con la posición del altar, máxime si tenemos en cuenta el simbolismo de la luz, que nace por el este, como Cristo, Cristo-luz que accede hasta el altar y según la doctrina católica en la Eucaristía el pan y el vino se transforman en el cuerpo y la sangre de Cristo ( transubstanciación), a diferencia de la doctrina luterana que sostiene la presencia real de Cristo en dicho sacramento pero manteniendo el pan y el vino su sustancia (consustanciación). En las fachadas oeste de las iglesias sin embargo era habitual representar la iconografía del Juicio Final, el oeste como símbolo del ocaso, del fin, de la muerte carnal y la posterior Resurrección.
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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Fachada sur. Vista parcial.
(Foto de Jesús Díaz).

Observamos en esta foto parte de la fachada sur de la ermita que se abre mediante tres vanos, la portada de acceso de medio punto y dos ventanas adinteladas de pequeño tamaño. La ventana más elevada se abre en el tramo de los pies de la nave e ilumina el coro alto; la ventana situada a la derecha de la portada ilumina el presbiterio al igual que la situada en el hastial este que hemos considerado anteriormente.


Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.
Fachada sur. Vista parcial.
(Foto de Jesús Díaz).

En esta foto vemos también parcialmente la fachada sur de la ermita, en concreto apreciamos el muro meridional desde la portada hasta la cabecera recta. En primer término observamos los bancos pétreos situados en el límite perimetral frontal de la explanada.


Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Portada en la fachada sur.
(Foto de Jesús Díaz).

Apreciamos en la foto de arriba la portada de entrada a la ermita. Es de medio punto mostrando el arco de cabecera grandes dovelas en forma de cuña bien cortadas y encajadas; las jambas tienen también recios sillares de piedra bien trabajada. El resto del muro se muestra revocado y pintado de blanco, salvo los esquinales, como ya hemos comentado.
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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Portada. Detalle de la leyenda inscrita en la cabecera.
(Foto de Jesús Díaz).

Sobre la dovela clave del arco de medio punto de la portada de acceso a la ermita se dispone un sillar que ha sido grabado con la leyenda ERMITA/ DE LA SANTA CRUZ/BAQUEDANO dispuesta en tres líneas paralelas superpuestas con caracteres incisos.
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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Fachada sur. Detalle de ventana.
(Foto de Jesús Díaz).

Esta ventana que vemos en la imagen superior corresponde al tramo del presbiterio. Es alargada y estrecha al exterior a modo casi de ventana aspillera o saetera que suelen presentar derrame al interior en recintos defensivos. Una reja metálica moderna la protege. Los sillares de diferentes tamaños y colocados en distintas posiciones se han dispuesto de forma maravillosa para conformar este curioso vano.

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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.
Fachada sur. Detalle de ventana.
(Foto de Jesús Díaz).

La ventana adintelada que ilumina el coro es de forma rectangular vertical y está también protegida por una reja metálica moderna. Al igual que ocurre en el resto de vanos de la fachada sur el contraste entre la piedra ocre, dorada, de los enmarques y el revoque blanco mural confiere a la ermita una visualidad atractiva.



Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.
Vista desde el suroeste.
(Foto de Jesús Díaz).
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Observamos en esta imagen una visión angular de la ermita desde el suroeste que nos permite apreciar nítidamente su volumetría, sus perfiles, su cubrición y alero moderno, sus cadenas de sillares en los esquinales, sus vanos y otros.


Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.
Fachada oeste.
(Foto de Jesús Díaz).

El muro oeste de la ermita se muestra macizo y carece de vano alguno a diferencia de su hermano oriental.
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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Fachada norte.
(Foto de Jesús Díaz).

El muro norte de la ermita, al igual que el oeste, carece de vanos, lo cual dada la fría climatología de la zona es coherente desde el punto de vista arquitectónico-constructivo.



Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Cruz de madera exterior.
(Foto de Jesús Díaz).

Apreciamos en esta foto la gran cruz de madera que luce en la explanada exterior de la ermita. Es una cruz latina cuyos brazos acaban en extremos troncopiramidales; se asienta en una base de piedra de forma también troncopiramidal muy aplanada. Flanquean a la cruz de forma simétrica dos bancos de piedra rústicos formados por dos sillares, a modo de jambas de una puerta, que sostienen un largo sillar a modo de dintel monolítico. Cada uno de estos dos bancos a su vez está escoltado por dos sillares a modo de asientos individuales. Al fondo observamos una bellísima estampa otoñal donde apreciamos algunas casas de Zudaire y los campos aledaños, así como la aldaya y la sierra de Limitaciones vestidas ya de tonos ocres.
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Baquedano. Ermita de la Santa Cruz.

Vista interior del altar y cabecera.
(Foto de Jesús Díaz).

Observamos en esta foto, tomada desde la ventana exterior del presbiterio, el pequeño altar de la ermita, un atril para las lecturas, la cabecera plana del edificio con su piedra de sillarejo a la vista y con una pequeña repisa moldurada como soporte de una pequeña Virgen, un banco de construcción adosado al muro norte, ambos revocados y pintados de blanco, y por último vemos uno de los arcos fajones de la bóveda que apea en una ménsula sencilla compuesta por repisa y placa inferior ornamentada con una cruz.


3) CEMENTERIO.

El cementerio se ubica sobre una colina en las afueras de la población, en el inicio de la carretera de hormigón que une Baquedano y Gollano. En sus proximidades se halla el Merendero y el Parque infantil de juegos.




Baquedano. Cementerio.
Vista general.
(Foto de Jesús Díaz).
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La fachada principal del cementerio mira al oeste y a la población de Baquedano. Es un recinto delimitado por muros de media altura, probablemente de mampostería, revocados y pintados de un tono ocre amarillento, y protegidos por una pequeña cubierta plana de hormigón. En los esquinales se observan recios sillares. En el interior del cementerio se elevan varios cipreses y otras coníferas que con su estilización y verticalidad ayudan a las almas de los difuntos que allí reposan a alcanzar el cielo y la Inmortalidad.


Baquedano. Cementerio.
Vista exterior. Fachada principal.
(Foto de Jesús Díaz).
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La fachada principal del cementerio muestra un sencillo edificio central cubierto con teja a dos aguas flanqueado por los muros de cierre del camposanto. La imagen que observamos transmite una sensación de silencio, de melancolía, de final tranquilo, de reposo alejado del fragor de la existencia, de dulce intimidad en diálogo definitivo con uno mismo.

Baquedano. Cementerio.
Vista de la puerta de acceso.
(Foto de Jesús Díaz).
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La fachada oeste del pequeño edificio de acceso al cementerio muestra una portada adintelada cerrada con puerta metálica, una placa en el hastial que reza YO FUI/LO QUE TU ERES/ TU SERAS/LO QUE YO SOY, escrita en cuatro líneas superpuestas paralelas, con letras mayúsculas incisas pintadas de negro, y una cruz de metal de brazos sinuosos que se alza sobre el vértice del edificio.

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