sábado, 11 de julio de 2009

10) Améscoa. Ecala. Arte religioso.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la izquierda según observa el espectador. Escena de la Dormición de la Virgen. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Virgen de la Misericordia con el Niño (Antes en la ermita de Santo Tomás). (Foto de Jesús Díaz).
Ecala. Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel.
Vista general desde el sur.
(Foto de Jesús Díaz).
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Ecala. Ermita de Santo Tomás. Imagen del titular. Detalle.  (Foto de Jesús Díaz).

IGLESIA PARROQUIAL DE SAN MIGUEL ARCANGEL Y ERMITA DE SANTO TOMAS APOSTOL.

1) IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCANGEL.
A) EXTERIOR.
B) INTERIOR.
2)  ERMITA DE SANTO TOMÁS APÓSTOL
A) EXTERIOR.
B) INTERIOR.
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1) IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCANGEL.
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Como se indica en el Catálogo Monumental de Navarra (1) , obra de la que extraigo la esencia de estos breves comentarios, la iglesia parroquial de San Miguel de Ecala, al igual que otras iglesias amescoanas, responde al tipo de iglesia medieval iniciada en torno a 1200 con modificaciones en siglos posteriores, especialmente, en este caso, en los siglos XVI y XVII.
Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Planta.
Imagen tomada del Catálogo Monumental de Navarra.

Como puede observarse en la planta del edificio la iglesia se compone de una sola nave de cuatro tramos desiguales, cabecera recta, dos capillas laterales a modo de pseudotransepto, torre de planta rectangular adosada a los pies por el lado sur y sacristía de planta rectangular adosada al presbiterio por el lado norte, integrada actualmente en un edificio de construcción posterior. Lo más antiguo de la iglesia correspondería a gran parte de los muros que delimitan el espacio actual, a los restos de una portada de principios del siglo XIII con baquetones de capiteles geométricos situada en el segundo tramo en el lado norte, y a los dos últimos tramos de la iglesia con arcos fajones ojivales que descansan en ménsulas lisas y se cubren con bóveda de cañón apuntado. Los otros dos tramos se cubren con bóveda de crucería del gótico tardío del siglo XVI. El tramo del presbiterio muestra una bóveda de crucería con terceletes y ligaduras y el tramo anexo exhibe una bóveda de crucería simple y en ambos los nervios pétreos descansan sobre ménsulas platerescas cónicas molduradas y decoradas con bolas de estilo Reyes Católicos. Las claves de las bóvedas están ornamentadas con las llaves de San Pedro , la cruz de San Andrés, una flor, una estrella, una roseta y el escudo de los Baquedano ( tres fajas) en la clave de la capilla mayor. Las capillas laterales, abiertas a la nave mediante arcos apuntados, se cubren mediante bóvedas de crucería gótica de terceletes con ligaduras, cuyos nervios apean en ménsulas. Las claves de la capilla de la epístola, lado sur, se decoran con escudos de los Baquedano y las de la capilla norte se ornamentan con un escudo cuartelado que alterna las fajas de los Baquedano con torres. La iglesia dispone de un coro alto a los pies sobre un arco rebajado realizado en el siglo XVI al igual que la portada adintelada de acceso al propio coro y a la torre que se decora mediante capiteles con volutas rematados en flameros entre los que está esculpido un escudo sobre cartelas con cueros retorcidos con las fajas de los Baquedano y flores de lis. Exteriormente la iglesia muestra un aspecto macizo de piedra sillar y sillarejo. Cuatro estribos o contrafuertes de sección rectangular reciben los empujes de la bóveda de la iglesia, dos se sitúan en el lado sur flanqueando la portada de acceso y dos en los ángulos de la cabecera integrados en una construcción moderna. La portada sur, protegida por un pórtico abierto moderno es de medio punto y su arco se compone de grandes dovelas en cuña bien escuadradas y cortadas. Sobre ella destaca un elegante ventanal de medio punto abocinado del siglo XVI decorado mediante columnillas laterales con capiteles de volutas y un parteluz con elegante tracería en su parte superior. La torre es de planta rectangular y se compone de cuatro cuerpos de buena sillería delimitados por impostas. Los tres cuerpos bajos muestran ventanas saeteras en su cara sur y el cuerpo superior de campanas se abre mediante tres vanos de medio punto en sus caras norte, sur y este que soportan tres grandes campanas. El retablo mayor, dedicado al titular de la iglesia, San Miguel Arcángel, muestra una traza neoclásica del siglo XIX y se compone de un cuerpo de tres calles de distinta anchura separadas por pilastras jónicas cajeadas sobre pedestales también cajeados, un destacado friso moldurado y un ático semicicular de nubes y rayos sobre él con el busto de Dios bendiciendo. La calle central muestra dos hornacinas de medio punto, la superior cobija la talla gótica de San Miguel venciendo al demonio-dragón, de principios del siglo XVI, y en la inferior luce la talla de la Virgen de la Misericordia con el Niño, procedente del retablo de la ermita de Santo Tomás de Ecala, datada a principios del siglo XIV dentro de un estilo gótico popular navarro según modelo estilístico de la Andra Mari. Las calles laterales exhiben varios relieves de principios del siglo XVI, de tradición hispanoflamenca popular; en la calle izquierda se representan de abajo a arriba las siguientes escenas: Dormición de la Virgen, Jesús entre los doctores (falta la imagen del Niño), Huida a Egipto y Circuncisión; en la calle derecha se representan las siguientes escenas :Nacimiento, Visitación, Desposorios y Presentación en el Templo. Flanquean el retablo dos tallas polícromas de tamaño inferior al natural del siglo XVII, la de San Cristóbal, más antigua, de estilo romanista, y la de San Pablo, de estilo barroco pleno. El coro alto muestra un facistol de madera del siglo XVII con pie triangular de volutas, fuste entorchado y parte superior moderna. Se conserva un confesionario rococó de la segunda mitad del siglo XVIII. En la sacristía se conserva una talla barroca del siglo XVII de Cristo expirante, algunos cálices y crismeras.

A) EXTERIOR.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Vista general de la fachada oeste.
(Foto de Jesús Díaz).
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Se aprecia perfectamente en la imagen cómo la torre se yuxtapone a la nave de la iglesia por el lado sur al igual que una casa adosada de cubrición a una vertiente la flanquea por el norte. La fachada oeste no dispone de portada o vano alguno, tampoco la torre muestra ventanas saeteras como en el lado sur otorgando al muro de piedra una intensa sensación de consistencia y un leve agobio visual. Puede observarse como las dos primeras hiladas de sillares de la nave, dispuestas a modo de zócalo, muestran distinto aspecto que el resto de sillares. Igualmente el cuerpo más elevado de la torre, el correspondiente a la ubicación de las campanas, muestra unos sillares mejor cortados y escuadrados. Obsérvese el efecto visual de escalonamiento ascendente desde la casa hasta la torre.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Vista general de las fachadas norte y oeste.
(Foto de Jesús Díaz).
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La casa adosada a la iglesia por el norte oculta la portada de acceso a la misma por ese lado, sin embargo su belleza tectónica confiere majestuosidad al edificio realzada también por la posición exenta de la iglesia que se yergue en la cumbre de una suave colina de la población. El efecto de claroscuro producido por vanos y muro da cierto dinamismo visual a la imagen rompiendo la monotonía pétrea.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Vista general de las fachadas norte y oeste.
(Foto de Jesús Díaz).
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Casa adosada a fachada norte. Vista desde el noreste.
(Foto de Jesús Díaz).
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La fachada de esta casa adosada a la iglesia muestra en general buena sillería, salvo en el piso superior cuya construcción se realizó en mampostería, quizás como un recrecimiento tardío del edificio original. Las ventanas son rectangulares y de pequeño tamaño.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Casa adosada a fachada norte. Detalle de la portada.
(Foto de Jesús Díaz).
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La portada norte del edificio adosado a la iglesia muestra un arco rebajado compuesto por dovelas en cuña molduradas al igual que las impostas sobre las que apoya.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Detalle de la torre, ventana y contrafuertes.
(Foto de Jesús Díaz).

La imagen de la iglesia desde el sur es espléndida mostrando un atractivo juego de volúmenes y una sugerente contraposición de claroscuros de la torre, la nave, los contrafuertes, los vanos, los aleros, etc.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Detalle de la torre.
(Foto de Jesús Díaz).

La vista "di sotto in su" de la torre prismática, de su perfil aristado, nítido y rotundo, recortándose en el cielo azul y el contraste de la piedra clara y los vanos oscuros de las campanas otorgan una vistosa plasticidad al campanario, sencillo pero elegante, que se alza grandioso deseando acariciar el cielo.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Detalle de torre y pórtico sur.
(Foto de Jesús Díaz).

Las cornisas de separación de los cuerpos de la torre dan a ésta una ornamentación sobria pero efectiva; hasta la verde frondosidad de los árboles parecen desear lamer los muros macizos y consistentes de la torre.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Detalle de la torre vista desde el este.
(Foto de Jesús Díaz).

Observamos en la imagen el cuerpo de campanas de la torre. Como podemos apreciar el vano es rectangular con cabecera de medio punto y sus dovelas, de piedra de distinto color al muro, apoyan en una imposta lisa.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Detalle de portada, ventana y pórtico.
(Foto de Jesús Díaz).

Un pórtico moderno protege la portada sur, austera, sin decoración, flanqueada por dos poderosos contrafuertes y compuesta, en su arco de medio punto y en sus jambas, por dovelas y sillares de gran tamaño, atractivos por su mera simplicidad y encaje perfecto.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Detalle de la portada sur.
(Foto de Jesús Díaz).
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Detalle de ventana.
(Foto de Jesús Díaz).
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El ventanal del siglo XVI, de esmerada ejecución, construido en medio punto con varias arquivoltas, columnillas y capiteles de volutas, parteluz y óculo superior, confiere a la fachada sur el ornamento más destacado, a la vez que facilita la iluminación del interior de la iglesia.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Ventanal. Detalle.
(Foto de Jesús Díaz).
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El bellísimo juego de arquivoltas, tracería gótica, columnillas y capiteles es evidente. El parteluz pétreo se ha perdido habiendo sido sustituido, como puede apreciarse en la imagen, por un soporte de madera.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Fachada sur. Detalle del alero.
(Foto de Jesús Díaz).

Vemos un detalle del alero del tejado que cubre la nave, sencillo y en progresivo deterioro, con una decoración simple, simulando en las vigas de madera que sobresalen del muro canecillos de rollos y ornamentando el madero durmiente con una decoración repetititva compuesta por un círculo flanqueado horizontalmente por dos hojas en forma de abanico.
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Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.
Vista general desde el sureste.
(Foto de Jesús Díaz).
En esta imagen apreciamos el contrafuerte o estribo prismático situado en posición diagonal en el ángulo sureste de la cabecera, recogiendo, junto a su compañero simétrico del ángulo noreste, los empujes de la bóbeda del presbiterio y transmitiéndolos a tierra.

B) INTERIOR.



Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Vista interior general desde el coro. (Foto de Jesús Díaz).
Vemos en la cabecera el retablo mayor. Apreciamos en la bóveda los dos tramos del siglo XVI, del gótico tardío, el del presbiterio  cubierto con crucería con ligaduras y terceletes y el siguiente cubierto con crucería simple. Las nervaduras apean en ménsulas platerescas. En los muros laterales vemos la embocadura rebajada de las dos capillas que dispuestas a modo de pseudotransepto confieren al edificio una planta de cruz latina.




Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Vista interior general desde el presbiterio. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta foto el coro del siglo XVI situado a los pies del templo sobre un potente arco rebajado de grandes dovelas de piedra sobre el que se yergue la balaustrada . Se aprecian los dos últimos tramos medievales de la bóveda separados por recios arcos fajones apuntados. En la pared oeste sobre el coro se abre un vano de iluminación. En el muro de la epístola o muro sur vemos el vano rebajado de la portada meridional y sobre ella un bello ventanal de medio punto, abocinado, con pequeñas arquivoltas y columnillas laterales. En primer término observamos una cruz procesional.




Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Bóveda de crucería sobre el presbiterio. (Foto de Jesús Díaz).Vemos en esta imagen la simetría de las nervaduras del primer tramo de la nave. La bóveda es de crucería con ligaduras y terceletes y claves circulares en las intersecciones. En el tercelete más occidental se dispone un nervio longitudinal marcando el espinazo de la bóveda de la nave. A la izquierda apreciamos el remate del retablo mayor con rayos dorados y la talla del Padre Eterno.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Bóveda de crucería en el tramo del presbiterio. Detalle de la clave de bóveda con escudo de los Baquedano. (Foto de Jesús Díaz). Los nervios del tramo de bóveda de la cabecera confluyen en la dovela clave que adopta forma circular y se decora con el escudo de los Baquedano, identificado por su tres fajas. Obsérvese el perfil mixtilíneo de los nervios, perfil característico del gótico tardío del siglo XVI.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Bóveda de crucería sobre el presbiterio. Clave de bóveda. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Bóveda de crucería sobre el presbiterio. Clave de bóveda con la cruz de San Andrés o cruz aspada entre dos estrellas. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Bóveda de crucería sobre el presbiterio. Clave de bóveda decorada con una estrella de ocho puntas. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Bóveda de crucería sobre el presbiterio. Detalle de clave de bóveda con decoración geometrizada. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Ménsula renacentista en el lado del evangelio, tramo de la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos como los nervios que descienden de la bóveda apean en una ménsula plateresca en forma cónica invertida con molduras.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Ménsula renacentista en el lado del evangelio, tramo de la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). La ménsula plateresca tiene forma cónica invertida decorándose su cuerpo con  molduras, juegos repetidos cóncavos, torrecillas, etc.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Ménsula renacentista en el lado de la epístola, tramo de la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Esta ménsula plateresca es similar a su hermana del norte.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Ménsula renacentista en el lado de la epístola, tramo de la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Esta ménsula plateresca es similar a la del ángulo nororiental salvo que en lugar de exhibir un friso de torrecillas como decoración inferior muestra un friso de puntas de diamante.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Muro norte interior. Ménsulas renacentistas  en el primer tramo. (Foto de Jesús Díaz). En primer término observamos la ménsula de apeo, por el lado norte, de parte de las nervaduras de los dos tramos tardogóticos más próximos al muro testero.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Muro norte interior. Vista  de las ménsulas en el segundo tramo (contando desde la cabecera), situadas en el lado del evangelio, y vista de la puerta adintelada con vestigios medievales. (Foto de Jesús Díaz). Obsérvese el potente arco fajón que separa el segundo y tercer tramos de la nave. A su lado, por la parte oriental observamos una ménsula pequeña en la que apean las nervaduras góticas. 


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Ménsula renacentista en el lado del evangelio entre los tramos primero y segundo. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Ménsula renacentista en el lado de la epístola en la separación de los dos primeros tramos. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Vista de los dos tramos apuntados de los pies, de origen medieval. (Foto de Jesús Díaz). Como apreciamos en la foto, son levemente ojivales y con grandes dovelas.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Ménsulas, medieval y renacentista, en el lado del evangelio . Arco fajón de separación de los tramos segundo y tercero contando desde la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Obsérvese la potencia del arco perpiaño medieval que descansa en una recia ménsula lisa y la delgadez  y coqueta belleza de los nervios góticos y de la pequeña ménsula plateresca que se cobija a su lado.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Muro sur interior. Ménsulas renacentista y medieval en el lado de la epístola; arco fajón de separación entre los tramos segundo y tercero contando desde la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Nuevamente vemos la diferencia entre la ménsula troncopiramidal  invertida  y el potente arco perpiaño, ambos del entorno cronológico de 1200 y de influencia cisterciense, y  la ménsula figurada y el haz de nervios que en ella apean del siglo XVI.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Muro sur. Ménsula renacentista figurada junto al arco fajón de separación entre los tramos segundo y tercero, contando desde la cabecera. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta foto que la ménsula plateresca exhibe un relieve figurado muy tosco consistente en un personaje central y frontal de medio cuerpo flanqueado por dos ramas vegetales también de factura rústica. Pudo ser grabado este relieve en época más tardía.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. (Foto de Jesús Díaz). Como apreciamos en la foto es una capilla de escasa profundidad, arco de embocadura rebajado y bóveda de un solo tramo, rectangular, cubierto con crucería con ligaduras y terceletes. En su interior vemos la imagen de la Virgen Inmaculada Concepción erguida sobre una peana y un confesionario rococó.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. Detalle de la bóveda de crucería . (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos que en los puntos de intersección de los nervios destaca una dovela circular. La dovela clave se decora con un escudo cuartelado que alterna las armas del linaje de los Baquedano (tres fajas) y un castillo de una sola torre con almenas y merlones y una portada apuntada central.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. Detalle de la bóveda de crucería. (Foto de Jesús Díaz). En esta imagen vemos la bóveda sin la iluminación del flash por lo cual se aprecia mejor la potente volumetría de las nervaduras.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. Detalle de la clave central de la bóveda de crucería con escudo heráldico. (Foto de Jesús Díaz). El escudo como apreciamos en la imagen  es cuartelado, alternando las barras de los Baquedano y un torreón o castillo almenado, probablemente relacionado con el linaje de los Ecala.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. Imagen de la Inmaculada Concepción. (Foto de Jesús Díaz).  Sobre una peana vemos a la Virgen María que se yergue sobre un cúmulo de nubes en el que apreciamos angelitos alados, la manzana y la serpiente del Paraíso y  la luna. La Virgen viste túnica blanca y manto azul. Una corona dorada envuelve su cabeza.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. Confesionario rococó, vista lateral. (Foto de Jesús Díaz). El confesionario es de forma primástica con rejilla en sus laterales y vano superior y puerta curvilínea de entrada inferior en su frente. 


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. Confesionario rococó, vista frontal. (Foto de Jesús Díaz). Las superficies del confesionario se decoran con motivos rococós, rocalla, rosetas, Ces, etc. Las dos esquinas frontales se achaflanan mediante pilastras ornamentadas con relieves que culminan en capitelillos-ábacos y entablamento acornisado. Como remate frontal apreciamos un frontón mixtilíneo coronado en cruz.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado norte. Detalle relivario del confesionario rococó. (Foto de Jesús Díaz). En el lateral  del confesionario que da a la nave observamos la rejilla de separación entre fiel y confesor y el panel inferior que exhibe una bella decoración relivaria de rocalla, rosetas y Ces en juegos de curva y contracurva, convexidades y concavidades.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado sur. Vista general. (Foto de Jesús Díaz). En el lado de la epístola se abre la pequeña capilla simétrica de la analizada en el lado norte. Al igual que ella muestra un arco de embocadura moldurado y rebajado. Cobija en el murete este la imagen del Sagrado Corazón de Jesús sobre una peana. En su murete oeste se abren paso unas escalerillas.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado sur. Detalle de la bóveda de crucería. (Foto de Jesús Díaz). Al igual que la capilla gemela septentrional se cubre con crucería de terceletes y ligaduras, mostrando en las intersecciones claves circulares lisas.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado sur. Escalerillas de piedra en el lateral oeste y taza avenerada de piedra. (Foto de Jesús Díaz). Este espacio se utiliza actualmente como pequeño almacén.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Capilla abierta en el primer tramo del lado sur. Imagen del Sagrado Corazón de Jesús. (Foto de Jesús Díaz). Cristo se muestra erguido, frontal y barbado, extendiendo al frente su brazo derecho y señalando su corazón con el izquierdo. Viste túnica blanca floreada con ceñidor bajo su pecho y manto estofado de pliegues dinámicos. Luce corona de metal dorado. Muestra sus pies desnudos que apoyan sobre un cúmulo de nubes.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Muro sur. Vano de medio punto renacentista con columnillas y capiteles en sus jambas. (Foto de Jesús Díaz). Obsérvese en esta imagen cómo el ventanal es abocinado, en derrame, cual si se tratara de una pequeña portada, con columnillas con sus capiteles en las jambas, intradós del arco moldurado, cual si se tratara de arquivoltas de medio punto volteando sobre las columnillas e incluso un mainel que parte el vano en dos mitades, repitiéndose un esquema en la parte exterior.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Portada de acceso a la iglesia en el lado sur. Vista desde el interior. Cabecera dovelada en forma de arco rebajado. (Foto de Jesús Díaz). El arco de medio punto de potentes dovelas que apreciábamos al exterior se transforma al interior en el arco rebajado , levemente abocinado, que observamos al interior. Una recia puerta de madera cierra el vano. Al lado de la entrada apréciese una pequeña pila poligonal incrustada en la pared.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Pila mural de agua bendita. (Foto de Jesús Díaz). La pila de agua bendita se sitúa lógicamente junto a la puerta de entrada a la iglesia para que los fieles puedan santiguarse en el momento de acceder o salir del templo. Tiene forma poligonal de caras superiores planas y verticales, y de caras inferiores curvilíneas, levemente cóncavas y en declive inclinado, hasta confluir en un punto inferior.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Puerta de acceso a la torre en el soto-coro. Vista general.  (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta foto la hermosa puerta de piedra bellamente decorada que permite el acceso al coro y simultáneamente a la torre campanario. Es una puerta adintelada con jambas de sillares que culminan, cual si de pilastras se tratara, en capitelillos jónicos, de volutas. Sobre el dintel-entablamento se alzan en sus extremos, cual si de acróteras se tratara dos flameros o pebeteros que flanquean un escudo central de cueros retorcidos con las tres fajas del linaje de los Baquedano y flores de lis en las cuatro esquinas.



Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Puerta de acceso a la torre campanario en el soto-coro. Cabecera adintelada con decoración escultórica y motivo heráldico central. (Foto de Jesús Díaz). Obsérvese con más detalle la cabecera de la portada, el dintel central y los capitelillos laterales con volutas y rosetas, la cornisa movida del entablamento, los flameros de perfil abalaustrado y el escudo central con las armas de los Baquedano y las flores de lirio.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Vista general del retablo mayor.  (Foto de Jesús Díaz). Véase en esta imagen la estructura general  del retablo adosado a la cabecera. La mazonería es neoclásica y la escultura que cobija es de diferentes épocas anteriores, como veremos. El retablo se alza sobre un zócalo pétreo y consta de un cuerpo de tres calles, la central más ancha, y un ático o coronamiento semicircular con el busto pétreo de Dios-Padre. Las calles se separan mediante cuatro pilastras cajeadas, que apean sobre pedestales también cajeados, y que culminan en capiteles jónicos con volutas y guirnaldas. Un potente entablamento descansa sobre las pilastras. Culmina el bello conjunto dorado en un remate semicircular formado por rayos que cobijan a Dios-Padre bendiciente con su mano derecha y portante de  la bola del mundo crucífera en su mano izquierda. El Padre Eterno queda envuelto por un pequeño tímpano semicircular de nubes, concéntrico con el gran tímpano de rayos dorados. La calle central exhibe dos hornacinas de medio punto, en la inferior, de mayor tamaño, luce la imagen gótica de una Virgen sedente con el Niño (la Virgen de la Misericordia) , procedente al parecer de la ermita de Santo Tomás. En la hornacina superior vemos la talla del titular del retablo, San Miguel Arcángel, blandiendo la espada contra el demonio que yace a sus pies. En las dos calles laterales se representan en casas u hornacinas rectangulares-verticales ocho escenas relivarias de la Vida de Jesús y la Virgen María.  En la calle derecha, según observa el espectador, y citadas de abajo hacia arriba, vemos las siguientes escenas:Nacimiento del Niño, Visitación, Desposorios de la Virgen con San José, y Presentación de la Virgen en el templo. En la calle izquierda: Dormición de la Virgen, Jesús entre los Doctores, Huida a Egipto y Circuncisión.  Sobre los pedestales de las columnas exteriores del retablo se alzan dos tallas erguidas de San Cristóbal con el Niño Jesús y de San Pablo, apóstol de los gentiles. La Virgen de la Misericordia se fecha en el primer tercio del siglo XIV, la talla de San Miguel arcángel y los relieves de las calles laterales serían del primer tercio del siglo XVI, con influencia hispano-flamenca. La talla de San Cristóbal se considera manierista romanista, de finales del XVI o principios del XVII, y la talla de San Pablo se considera ya plenamente barroca del XVII.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Talla medieval de la Virgen sedente con el Niño. (Foto de Jesús Díaz). Esta virgen Andra Mari, conocida como Virgen de la Misericordia, de factura popular y retardataria, se data en las primeras décadas del siglo XIV. Se trata de una virgen sedente, una virgen Trono para el Niño Jesús. Ambos adoptan una posición frontal con respecto al observador y no se miran de forma sonriente como es ya característico en el arte gótico, aunque sí esbozan y de forma individual una leve sonrisa. La Virgen viste túnica, manto y toca, está coronada y calza unos botines en punta. El Niño viste también túnica y manto, bendice con su mano derecha, en la izquierda parece llevar un pan con cruz. Obsérvese la belleza del trono.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Talla medieval de la Virgen sedente con el Niño. Detalle superior. (Foto de Jesús Díaz). La piel de Madre e Hijo es clara, blanquecina como apreciamos en las manos y rostros de ambos personajes.  Los pómulos se destacan con pompones rosas. Predominan los colores rojo, verde, negro y blanco y los perfiles dibujísticos están muy remarcados en negro como era característico en el arte románico y en el arte gótico lineal o gótico francés. No obstante el conjunto presenta repintes.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Talla medieval de la Virgen sedente con el Niño. Detalle inferior.  (Foto de Jesús Díaz). Obsérvese la belleza general y en especial la policromía de la túnica y del trono.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Hornacina de medio punto con la talla erguida del titular,  San Miguel Arcángel. (Foto de Jesús Díaz). Observamos a San Miguel de pie, con sus grandes alas desplegadas, vestido con traje militar de la época, cubierto con una gran capa rojiza de numerosos pliegues abrochada bajo su cuello y blandiendo una gran espada con su mano derecha para sojuzgar al Demonio que yace, abatido y derrotado, a sus pies.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Talla del titular San Miguel Arcángel. Detalle.  (Foto de Jesús Díaz). El arcángel, jefe de las milicias celestiales, se representa como un joven de largo cabello vistiendo traje militar de la época, en oro y plata, que deja al descubierto sus fornidos muslos.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la izquierda según observa el espectador.  (Foto de Jesús Díaz). Las escenas representadas de arriba a abajo se fechan en el primer tercio del siglo XVI y son las siguientes: Dormición de la Virgen María, Jesús entre los Doctores (falta el Niño Jesús), Huida a Egipto y Circuncisión. En primer término y erguido sobre el pedestal de la pilastra exterior del retablo vemos a San Cristóbal con el Niño Jesús.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la izquierda según observa el espectador. Escena de la Dormición de la Virgen María.  (Foto de Jesús Díaz). La Dormición de la Virgen o Koimesis es una escena de origen y raigambre bizantina y se recoge en los evangelios apócrifos asuncionistas. En el retablo de Ecala se representa a María, en leve posición diagonal, yacente en un lecho  con su cabeza apoyada sobre un mullido  almohadón. Le rodean doce apóstoles; dos de ellos se sitúan en la parte anterior de la cama, probablemente se trata de San Juan evangelista, joven de largos cabellos rubios que nos da la espalda y extiende sus brazos ante la Virgen y Santiago el Mayor, quizás por su bordón; once apóstoles más se representan en la parte posterior del lecho, otorgando a la escena cierta profundidad y perspectiva; varios de ellos mantienen una línea isocefálica, entre los cuales identificamos a San Pedro, representado con calvicie y ropaje pontifical. Un bello libro abierto de oraciones fúnebres está abierto en el suelo.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la izquierda según observa el espectador. Escena de Jesús entre los Doctores.  (Foto de Jesús Díaz). Esta escena se recoge en el evangelio de Lucas (Lc 2, 41-50). María y José, padres de Jesús, acudían todos los años a Jerusalén por la Fiesta de Pascua. Cuando el Niño tenía 12 años lo hicieron igualmente y Jesús desapareció. Fue al Templo de Jerusalén y allí  escuchó y debatió con los doctores de la ley hebrea que quedaron asombrados por sus conocimientos teológicos. Jesús volvió a los tres días y cuando sus padres le recriminaron su desaparición, Él les dijo, ¿no sabéis que yo debo ocuparme de las cosas de mi padre?. En la escena representada en Ecala falta en el centro la figura de Jesús. Se conservan los doctores sentados en sillas curules en semicírculo que se cerraría precisamente en su cúspide con la imagen de Jesús. Los Doctores hebreos visten amplias indumentarias y tocados, sus rostros barbados  muestran narices aguileñas que identifican a los judíos; leen los libros y uno de ellos puntualiza su aserto con el dedo índice de la mano derecha levantado. Obsérvese el naturalismo de los rostros y el detallismo de las bellas sillas curules, ambas características del arte flamenco.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la izquierda según observa el espectador. Escena de la Huida a Egipto. (Foto de Jesús Díaz). Cuando el rey Herodes con la matanza de los inocentes pretende matar a Jesús, un ángel avisa a José para que huyan a Egipto para evitar que el Niño muera. Este episodio de la Vida de Jesús se narra en el evangelio de San Mateo, (2, 13-15). Así se representa en el relieve que vemos en el retablo de Ecala. La Virgen monta sobre la burra llevando al Ñiño en su regazo y José conduce al animal. Al fondo se representa otra escena narrada en los evangelios apócrifos, la leyenda del campo de trigo. María y José en su huída dicen a unos campesinos que están sembrando un campo de trigo que si los soldados de Herodes preguntan si les han visto digan que efectivamente les vieron pasar cuando sembraron el trigo. Dios hace el milagro de que instantáneamente  madure el cereal y esté dispuesto para la cosecha; cuando llegan los soldados de Herodes, son informados de que vieron a Jesús, María y José cuando sembraron el trigo por lo que deducen que su paso por la zona se produjo hace meses y no tiene sentido la persecución. Así se representa en el retablo de Ecala, un grupo de  soldados, vestidos con casco e indumentaria militar, llegan a caballo hasta un campesino que está segando la mies. Al fondo vemos las murallas torreadas de Jerusalén.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la izquierda según observa el espectador. Escena de la Circuncisión.  (Foto de Jesús Díaz). Según la ley mosaica todos los varones debían ser circuncidados (extirpación o ablación del prepucio del pene de los varones) a los ocho días de su nacimiento. Así se hizo con Jesús, según narra Lucas en su evangelio (2, 21) poniéndole al mismo tiempo el nombre, Jesús, ya avanzado por el arcángel San Gabriel en el momento de la Anunciación. En el retablo de Ecala se representa esta escena con siete personajes. El Niño Jesús está desnudo sobre un pequeño altar colocado en diagonal; el sacerdote del templo se dispone con el cuchillo a practicar la circuncisión; dos personajes tras él parecen llevar un cofre, quizás para guardar la reliquia del Santo Prepucio; tres personajes más se hallan tras el altar, quizás María y su matrona y San José, padre putativo del Niño.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la derecha según observa el espectador. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en la imagen cuatro escenas superpuestas que iniciándolas desde la parte inferior son las siguientes: Nacimiento del Niño, Visitación de María a su prima Santa Isábel, Desposorios de la Virgen María y San José y Presentación del Niño en el templo. Sobre el pedestal exterior del retablo vemos la talla de San Pablo.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la derecha según observa el espectador. Escena del Nacimiento del Niño Jesús.  (Foto de Jesús Díaz). La Natividad de Jesús se narra en los evangelios de Mateo (1, 18-25) y de Lucas (2, 6-7). Jesús nació en Belén, en un establo, pues sus padres no encontraron posada. Como vemos en la representación de Ecala, el Niño yace en el suelo, desnudo sobre la propia  capa de la Virgen, no se halla cobijado en un pesebre. Está flanqueado por sus padres que adoptan una postura de dignidad ante el feliz acontecimiento. El buey y la mula contribuyen con su aliento a calentar su cuerpecillo desnudo. La Virgen María se representa como una mujer joven orante y arrodillada vistiendo túnica blanca y manto azul con vuelta marrón. No cubre su cabeza y muestra un largo cabello. San José está de pie, es un personaje barbado, se apoya con su mano izquierda en un bastón y viste una larga túnica marrón ceñida en la cintura y un elegante manto azul abrochado bajo el cuello. Con su mano derecha parece llevar agarrado un objeto parcialmente mutilado, quizás una vela. En un segundo plano vemos al buey y a la mula, expectantes ante el evento que está sucediendo, y al fondo y en un relieve poco destacado vemos parte de la arquitectura del desvencijado portal y dos pastorcillos que se asoman a través de uno de sus muros derruidos para ver la escena; uno de ellos parece portar un instrumento musical de aire. En último lugar apreciamos un pastorcillo que cuida un rebaño de ovejas y toca también un instrumento musical de aire, sugiriendo quizás el Anuncio del ángel a los pastores y la alegría de éstos manifestada mediante la música. El escultor confiere profundidad y cierta perspectiva a la escena gracias a la diferencia de planos de representación, al grado de relieve de los mismos, disminuyendo el resalte conforme nos alejamos, y mediante la utilización de registros en altura, cuanto más alto más lejano.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la derecha según observa el espectador. Visitación . (Foto de Jesús Díaz). Esta escena es desde el punto de vista técnico escultórico la de mayor calidad del retablo; carece de la rusticidad y sabor popular del resto de relieves del retablo. Se representa el episodio de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel, narrado en el evangelio de Lucas (1, 39-56). Tras la Anunciación del arcángel San Miguel a la Virgen María, ésta visitó a su prima, en "una ciudad de Judá", se dice. Entró en casa de Zacarías y al saludar a Isabel, el niño que ésta llevaba en su seno (Juan el Bautista) saltó y llena de gozo Isabel  alabó a María diciéndole: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!". A continuación María dijo "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador porque se ha fijado en la humilde condición de su esclava". Es el conocido como Magnificat. En la escena que vemos en el retablo de Ecala la Virgen María, acompañada quizás por una doméstica, se representa de pie abrazando a Isabel que tiende a arrodillarse pero María parece levantarla con dignidad. La Virgen se representa como una mujer joven de rostro serio mientras que Isabel se representa como una mujer ya de cierta edad que muestra, mediante la expresión de su rostro y  la actitud reverente que adopta, su agradecimiento por la visita. No se incluyen en la escena Zacarías, esposo de Isabel, ni José esposo de María. La muchacha que acompaña a la Virgen gira su rostro al exterior como si alguien se acercara al lugar del acontecimiento y lleva una pequeña cesta con dos pichones o tórtolas, quizás como regalo de María a Isabel, o quizás como una contaminación iconográfica de la escena de la Presentación en el templo. Obsérvese la soberbia talla de la indumentaria de las tres mujeres, con su dinamismo y movimiento general, con sus pliegues naturalistas, con sus mullidos convincentes, con su colorido.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la derecha según observa el espectador. Escena de la Visitación. Detalle.  (Foto de Jesús Díaz). Obsérvense las expresiones de las tres mujeres,  los rostros tersos y suaves de la Virgen y su joven acompañante y el rostro más ajado y envejecido de Isabel, los tocados, que en las jóvenes dejan ver sus hermosos cabellos rojos y oculta por completo el de Isabel, y el juego espléndido de las diversas prendas que visten con logrados pliegues y volumetrías.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la derecha según observa el espectador. Escenas de Los Desposorios de la Virgen y San José. (Foto de Jesús Díaz). Los desposorios no se narran en los evangelios canónicos sino en los apócrifos. San José fué escogido por decisión divina entre los diversos pretendientes de María. Su báculo floreció cual señal de los cielos que indicaba  su elección como esposo de la Virgen María y como padre putativo de Jesús. Obsérvese en la escena de Ecala que María y José se dan la mano en primer plano ante la presencia del sacerdote del templo que impone las suyas sobre los brazos de ambos. Tres personajes más, dos hombres y  una mujer, actúan de testigos del acontecimiento. Apréciense los ropajes y tocados de las diferentes personas de la escena.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Calle de la derecha según observa el espectador. Escena de la Presentación de la Virgen en el templo. (Foto de Jesús Díaz). Este episodio no se recoge en los Evangelios Canónicos sino en los Evangelios apócrifos (Protoevangelio de Santiago, VII y VIII, y Evangelio del Pseudo Mateo, IV); fue popularizado a partir del siglo XIII gracias a la Leyenda Dorada de Jacobo de la Vorágine. Cuando María tuvo tres años sus padres la condujeron al templo con el objeto de consagrarla a Dios. Para llegar al altar de los holocaustos que se encontraba en el exterior del santuario era necesario subir quince peldaños (quindecim gradus) que corresponden a los quince Salmos graduales (120-134), también llamados Cánticos de los grados (cantica graduum) porque eran cantados por el pueblo de Israel cuando ascendía en peregrinación a Jerusalén. María los subió sola, sin la ayuda de nadie, y sin volverse hacia atrás a mirar a sus padres, como sería lógico en una niña de esa edad. En la representación de Ecala vemos al sacerdote del templo que ante el altar y los padres de María toma el brazo de la niña que acaba de ascender la escalinata.
Ecala. Iglesia de San Miguel arcángel. Talla de San Pablo. (Foto de Jesús Díaz). Se trata de una escultura barroca del conocido como "apóstol de los gentiles" que se sitúa sobre un pedestal frente a la pilastra exterior del retablo en el lado de la epístola en posición simétrica a la talla de San Cristóbal. Es una escultura dinámica, con movimiento y rostro expresivo. La calvicie del personaje santo no impide que muestre en la parte posterior de la cabeza una larga cabellera ondulada y una frondosa barba de dos picos. Porta en la mano derecha la espada con la que fue decapitado y el libro, atributos que le identifican. Viste una larga túnica floreada, ceñida en la cintura y abotonada bajo el cuello, y un manto rojo de vuelta verde y ribete dorado.
Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Talla de San Pablo. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Obsérvese el detallismo en la representación del libro con sus cierres dorados, la expresividad del rostro y el bosque de pelo de su cabeza y de su barba.
Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Talla de San Cristóbal. (Foto de Jesús Díaz). Escultura también barroca aunque con reminiscencias romanistas. Se representa al santo cananeo barbado y en su iconografía habitual, portando al Niño sobre su hombro izquierdo, en disposición de atravesar el caudaloso río. Lleva en su mano drecha un gran palo para disponer de mayor estabilidad en el momento de atravesar las aguas. Viste una corta túnica hasta las rodillas, de color verdoso y cenefa dorada, y un manto terciado de ampulosos pliegues.
Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Talla de San Cristóbal. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). El Niño Jesús se muestra sentado sobre el hombro del santo en cómoda y orgullosa posición; incluso cruza su piernecilla derecha sobre la izquierda. Exhibe su desnudez salvo la parte del cuerpo que oculta el pequeño manto dorado, terciado y anudado.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Sagrario metálico Moderno. (Foto de Jesús Díaz). Se decora mediante una escena relivaria en la que probablemente se representa a Jesús, tras su Resurrección, con los dos discípulos de Emaús. Sobre la mesa apreciamos el pan y el cáliz para el vino en alusión directa al sacramento de la Eucaristía en la que ambos elementos se transforman en el cuerpo y la sangre del Señor. Podría tratarse también de una representación simplificada de la Última Cena.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Escaleras de acceso a la torre campanario. (Foto de Jesús Díaz). Como apreciamos en la imagen las escaleras son estrechas y se conforman mediante ladrillo macizo y  esquinales de madera.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Vista general del coro. Balaustrada, bancos y facistol.  (Foto de Jesús Díaz). El coro es de planta rectangular y un suelo de recias tablas de madera. Se ilumina de forma natural mediante un vano abierto en el muro oeste. En el muro norte observamos el último arco fajón apeando en una ménsula. Los largos bancos de madera y la balaustrada son de madera y exhiben respaldos de balaustres. El facistol barroco tiene un apoyo de tres pies con volutas, un fuste entorchado y una culminación piramidal moderna que termina en una cruz.
Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Coro. Pie del facistol. (Foto de Jesús Díaz).  Observamos de forma precisa los tres apoyos del facistol con sus tres volutas en forma de S y el fuste decorado con motivos serlianos.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Coro alto. Ventana en el muro oeste. (Foto de Jesús Díaz). Gracias a ella se ilumina de forma natural el coro alto situado a los pies del templo. Es una ventana rectangular que se abocina o derrama hacia el interior mostrando en su cabecera un arco rebajado .



Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel.   (Foto de Jesús Díaz).Observamos en esta imagen el profundo hueco cuadrangular que permitía el funcionamiento del reloj de la iglesia mediante el ascenso y descenso de las pesas pendientes de sirgas y sogas.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Cubierta de madera del tejado. (Foto de Jesús Díaz). Afortunadamene el templo conserva la estructura de madera de su armadura de cubierta, compuesta de potentes maderos y tablas.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Armadura de la torre-campanario. (Foto de Jesús Díaz). También la cubierta de la torre campanario conserva la tradicional cubierta de madera dispuesta a cuatro vertientes. 


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Torre-campanario. Vista de la campana sur.  (Foto de Jesús Díaz). El último cuerpo de la torre se abre en su lado sur mediante el vano que apreciamos en la imagen que exhibe una cabecera de medio punto de buen dovelaje. La campana de bronce muestra una corona por cuyas oquedades se deslizan las pletinas metálicas que la unen y abrazan al yugo.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Virgen con Niño bajo un  baldaquino  (Foto de Jesús Díaz). En la casa parroquial anexa a la iglesia por su lado norte se conservan algunas esculturas entre las que vemos esta Virgen del Rosario con  el Niño. El baldaquino se compone de cuatro columnas acanaladas, breve entablamento, cupulilla sugerida por pletinas o nervaduras curvilíneas, y  sencillos flameros o pebeteros. Bajo él vemos sobre un pedestal poligonal a la Virgen erguida y coronada que lleva en sus brazos al Niño Jesús. La Virgen viste túnica y manto y el Niño se muestra desnudo.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Virgen con Niño bajo un baldaquino. (Foto de Jesús Díaz). El conjunto es de factura popular y muestra un cromatismo atractivo de colores naranja, verdes, azules, ocres, etc. Dispone de perforaciones para encaje de andas que permitan su desplazamiento en procesión.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Virgen con Niño bajo un baldaquino. Detalle.  (Foto de Jesús Díaz). Como apreciamos en la imagen los rostros de la Virgen y el Niño son sencillos, de factura popular y escasa expresividad.



Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Retablo mayor. Imagen de San Miguel Arcángel alanceando al Demonio.  (Foto de Jesús Díaz). El santo, jefe de las milicias celestiales, se representa erguido, alado, vestido con indumentaria militar (casco con cruz, pectoral escamado y faldellín) y aplastando con sus pies y con la lanza, al demonio que yace a sus pies ya vencido.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Imagen de San Miguel Arcángel alanceando al demonio. Detalle del demonio. (Foto de Jesús Díaz). Satanás se representa de forma antropomorfa con cuernos frontales, derrotado, de color verde, grandes orejas y henchidos y rojos labios. El conjunto escultórico descansa en una peana adaptada para su desplazamiento procesional mediante andas. No en vano es el titular de la iglesia de Ecala y los fieles de la población le tienen una particular devoción.




Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Imagen erguida de San Francisco Javier con indumentaria de jesuita. (Foto de Jesús Díaz). Es común en las iglesias navarras la existencia de imágenes de San Francisco Javier, patrono de Navarra. La imagen moderna que vemos en Ecala  se representa en posición erguida, sobre una breve peana, mostrando el crucifijo, atributo que identifica al santo, con su mano izquierda, y luciendo indumentaria de la orden jesuítica que fundara San Ignacio de Loyola, sotana negra abotonada,  roquete blanco ceñido con cordón dorado bajo el cuello, y estola roja. El santo se representa como un hombre joven barbado de aspecto amable.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Imagen de santa erguida. (Foto de Jesús Díaz). La imagen parece representar a una santa joven y vestida con una leve túnica.


























Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Imágenes de San José con el Niño y de la Virgen María con el Niño. (Foto de Jesús Díaz). Se trata de dos imágenes modernas sobre peanas. Tanto San José como la Virgen María se representan vestidos con túnica y manto y el Niño Jesús cubre su cuerpecillo con una leve túnica.


Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Sacristía. (Foto de Jesús Díaz). Se cubre este espacio de planta irregular de forma arquitrabada, plana, mediante maderos paralelos y leves bovedillas. Vemos en la imagen recias puertas de roble que cierran armarios y vanos, entre ellos los correspondientes al archivo de la Sierra de Limitaciones.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Sacristía. Cristo Crucificado. (Foto de Jesús Díaz). Bella talla de Cristo expirante la que vemos en la imagen; es una obra del siglo XVII, realizada en estilo barroco. Cristo muestra una anatomía naturalista, bien modelada, con un paño de pureza blanco con pliegues característicos del momento. La policromía es moderna.

Ecala. Iglesia de San Miguel Arcángel. Pila bautismal.  (Foto de Jesús Díaz). Vemos en la imagen la pila bautismal de la parroquial de Ecala ubicada en el baptisterio de la iglesia. El baptisterio tiene planta rectangular y está situado en el exterior del templo, en el lado de la epístola, adosado al muro sur. Carece de acceso desde el interior de la iglesia y delimita el pórtico sur por su lado oriental. La pila consta de un pie de piedra cilíndrico una taza ultrasemiesférica, también de piedra, y una tapa esférica que conforma con la taza un volumen levemente oval.



2) ERMITA DE SANTO TOMAS APOSTOL.
 
Ecala. Ermita de Santo Tomás Apóstol.
Vista general desde el sureste.
(Foto de Jesús Díaz).
 
La primera cita documental conocida de la ermita de Santo Tomás de Ecala corresponde al año 1412 como señala Balbino García de Albizu (2). El Catálogo Monumental de Navarra señala que se trata de una ermita de origen medieval pero muy reformada durante el siglo XVII en estilo barroco popular. Muestra una planta rectangular con cabecera recta y cubrición mediante bóveda de cañón con lunetos en los tres tramos de su nave, separados mediante arcos fajones rebajados que descansan en pilares adosados a los muros. El ábside, separado de la nave mediante un arco toral se cubre con una cúpula sobre pechinas moldurada en su anillo y decorada pictóricamente con gallones. Un coro alto situado a los pies conserva su balaustrada de madera decorada con tacos. Exteriormente el aspecto del edificio, construido con mampostería y sillarejo en los muros, y sillares mejor elaborados en los esquinales, portada, y ventanas, es recio y macizo, predominando su horizontalidad. Dos contrafuertes prismáticos por la fachada norte y dos por la sur, a la izquierda de la portada, reciben los empujes de la bóveda. La portada de acceso situada en la fachada sur es de medio punto y fue construida con dovelas en cuña bien cortadas y escuadradas, al igual que los sillares de las jambas. Dos estrechas ventanas rectangulares dan iluminación natural al pequeño edificio, ambas situadas en el muro sur, una en posición baja a la altura del presbiterio, y otra elevada a la altura del coro. El retablo, de la segunda mitad del siglo XVIII, está realizado en yeso y se adapta a la cabecera plana de medio punto rebajado. Consta de un cuerpo de tres hornacinas planas, decoradas en su intradós y jambas mediante motivos geométricos, y ático de medio punto rebajado decorado con una cruz escalonada sobre un friso horizontal en su centro , flanqueada por dos grandes florones. Bajo el friso las enjutas de los arcos se ornamentan con dos flores multipétalas rodeadas por motivos vegetales varios en composición "horror vacui". En las hornacinas destacan una Virgen inmaculada moderna en la central y las esculturas de Santiago el Mayor y Santo Tomás Apóstol en las laterales. Anteriormente la hornacina central estaba ocupada por La Virgen de la Misericordia sedente con el Niño, tipo Andra Mari, de estilo gótico popular de principios del siglo XIV que hoy luce en el retablo mayor de la iglesia de San Miguel Arcángel. Las esculturas de Santiago y Santo Tomás de estilo gótico hispanoflamenco tardío de principios del siglo XVI pueden tener un origen común con los relieves que actualmente decoran el retablo mayor de la iglesia parroquial de Ecala. Junto a la puerta de acceso a la ermita, en la parte interior, destaca una pila de agua bendita pétrea de factura popular decorada con un relieve que muestra a un guerrero luchando con una serpiente de factura popular.


Ecala. Ermita de Santo Tomás Apóstol.
Planta tomada del Catálogo Monumental de Navarra.
 
No se recoge en la imagen destacando en planta los cuatro contrafuertes exteriores. Como observamos en la imagen la ermita muestra una planta rectangular, cabecera recta y tres tramos de distinta anchura cubiertos con bóveda de cañón con lunetos. Los arcos fajones apoyan sobre pilastras laterales. Apreciamos también el arco de embocadura o arco triunfal del presbiterio.

A) EXTERIOR.
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Ecala. Ermita de Santo Tomás Apóstol.Vista de la fachada este.(Foto de Jesús Díaz). Observamos en la imagen que el muro oriental de la ermita carece de vanos. Su aparejo es de mampostería con algunos sillares en los esquinales.
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Ecala. Ermita de Santo Tomás Apóstol.Vista general desde noreste.(Foto de Jesús Díaz).
En primer plano vemos la cabecera recta de la ermita en cuya base se ha adaptado un banco de mampostería. Al final del muro norte vemos los dos contrafuertes prismáticos exteriores y otro banco de mampostería adaptado entre ellos. La cubrición exterior del edificio se realiza a cuatro aguas no destacando en la cabecera la pequeña cúpula de media naranja del presbiterio.
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Ecala. Ermita de Santo Tomás Apóstol.Vista de la fachada sur.(Foto de Jesús Díaz).
Vemos en la imagen la fachada sur con la pequeña portada de acceso en arco de medio punto, los dos contrafuertes exteriores y un banco de mampostería a sus pies, así como las dos estrechas ventanas situadas en el presbiterio y en el coro alto a los pies de la ermita.
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Ecala. Ermita de Santo Tomás Apóstol. Fachada sur. Detalle de la portada. (Foto de Jesús Díaz).
La pequeña portada de acceso a la ermita exhibe en su arco de medio punto grandes dovelas en forma de cuña bien trabajadas y encajadas al igual que los sillares de las jambas. Sobre la dovela clave parece observarse lo que quizás fue una pequeña hornacina rectangular, tal vez para albergar alguna pequeña imagen o relieve.

B) INTERIOR.

















Ecala. Ermita de Santo Tomás. Vista interior desde el altar. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en esta foto el coro alto situado a los pies de la ermita. Se accede a él a traves de una escalerilla adosada al muro sur. El antepecho del coro muestra una balaustrada de madera barroca del siglo XVII con decoración de tacos. También vemos la bóveda de medio punto con lunetos que cubre la nave y las pilastras adosadas sobre las que apean los arcos fajones.

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Coro alto a los pies y balaustrada. (Foto de Jesús Díaz). Observamos con mayor proximidad la balaustrada barroca de madera, decorada con tacos, que conforma el antepecho del coro y el pequeño atril ubicado sobre él.


Ecala. Ermita de Santo Tomás. Vista interior desde los pies. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en esta foto el arco triunfal rebajado que enmarca el acceso al presbiterio. Observamos igualmente que éste se cubre con una cúpula sobre pechinas. Los arcos descansan sobre pilares prismáticos. A modo de capitelillos separan arcos y soportes estrechas impostas molduradas pintadas de azul. Al fondo vemosel altar y sobre él el retablo de construcción con las tres ornacinas que albergan la Inmaculada Concepción y las tallas de Santo Tomás y Santiago Apóstol.


Ecala. Ermita de Santo Tomás. Vista interior desde el coro. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos la misma imagen que la anterior pero vista desde la altura del coro alto situado a los pies.

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Detalle del retablo en yeso de la segunda mitad del siglo XVIII. (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos las tres hornacinas de medio punto rebajadas con intradós y jambas decoradas con elementos geométricos en relieve. Sobre ellas observamos una superficie decorada, también, en relieve con elementos vegetales, florones, rosetas y ramas en disposición"horror vacui" y apreciamos también la imagen de una cruz sobre un pedestal escalonado como culminación o ático del retablo mural.

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Detalle del retablo en yeso y de la cúpula sobre pechinas. (Foto de Jesús Díaz).

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Cúpula de media naranja gallonada que voltea sobre la capilla mayor.  (Foto de Jesús Díaz).
Observamos en la imagen la cúpula, que cubre el tramo de la cabecera, situada sobre arcos de medio punto rebajados. Muestra un anillo moldurado y una decoración pictórica de gallones ornamentados mediante rectángulos con motivos vegetales estilizados. En su cénit destaca un óculo central que simula una apertura circular al cielo azul, recordando lejanamente al pintado a finales del siglo XV por Mantegna para la "cámara de los esposos" en el castillo de San Giorgio, en el palacio ducal de Mantua (Italia). Gustaba mucho en el barroco las quadraturas en los grandes techos de iglesias y palacios, que permitían simular mediante la pintura arquitecturas ficticias, cielos infinitos, que prolongaban las arquitecturas reales de los edificios.

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Vista del altar mayor. (Foto de Jesús Díaz).
Vemos en la imagen el retablo realizado en yeso a finales del siglo XVIII, con las tres hornacinas, el ático semicircular rebajado, todo ello con profusa decoración geométrica y vegetal. En las hornacinas lucen las imágenes de la Virgen Inmaculada en la central y las de Santiago Apóstol y Santo Tomás apóstol a la izquierda y derecha del espectador respectivamente.

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Talla del titular, Santo Tomás.  (Foto de Jesús Díaz). Apreciamos en la foto la iamgen del santo, erguido, apoyado con sus pies desnudos sobre una peana  circular, vistiendo túnica roja ceñida en la cintura con un elegante cinturón y manto abrochado bajo el cuello. Lleva el libro de apóstol en su mano izquierda. 

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Talla del titular, Santo Tomás. Detalle. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en la imagen la escultura de Santo Tomás Apóstol con pelo y barba de ondulaciones muy trabajadas y rostro de elegantes rasgos correspondiente a una persona de mediana edad. Su mirada fija observa a los fieles que le contemplan.

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Talla de Santiago apóstol.  (Foto de Jesús Díaz). Al igual que la de Santo Tomás esta escultura de pequeño tamaño se fecha en el primer tercio del siglo XVI, en estilo gótico popular tardío, apreciándose caraterísticas propias hispanoflamencas en los rasgos acusados y marcados de su rostro, en la indumentaria de pliegues angulosos , quebrados y en el detallismo general. El santo se ha representado como peregrino con cayado y elegante tocado de caminante, pero también como apóstol pues en su mano izquierda lleva, al igual que Santo Tomás el libro de los evangelios abierto. La pintura de la escultura se halla bastante deteriorada.


Ecala. Ermita de Santo Tomás. Talla de Santiago Apóstol. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Ermita de Santo Tomás. Escultura de la Inmaculada Concepción. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Ermita de Santo Tomás.  Imagen de Santa. (Foto de Jesús Díaz).

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Puerta de acceso con cabecera de medio punto. Vista desde el interior.  (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Ermita de Santo Tomás. Pila bautismal de estilo popular con el relieve de un guerrero luchando contra una serpiente. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Ermita de Santo Tomás. Sarcófago de madera policromada. (Foto de Jesús Díaz).


Ecala. Ermita de Santo Tomás. Sarcófago de madera policromada. Detalle pictórico de dos tibias cruzadas. (Foto de Jesús Díaz).

Ecala. Ermita de Santo Tomás. Sarcófago de madera policromada. Detalle pictórico de una calavera pintada. (Foto de Jesús Díaz).



Ecala. Ermita de Santo Tomás. Sarcófago de madera policromada. Detalle pictórico del filo de una guadaña. (Foto de Jesús Díaz).
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Notas :

(1) GARCIA GAINZA, M.C. (directora), Catálogo Monumental de Navarra.II* Merindad de Estella. Gobierno de Navarra, 1983, pp.135 a 140. Láminas 135 a 140.

(2) GARCIA DE ALBIZU, Balbino, "Mil años de noticias amescoanas", Conociendo el pasado, Gráficas Lizarra SL, Estella 2007, pp. 113-152.

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